viernes, 27 de diciembre de 2013

Memorias

Memorias

Maldito el papel
que sostiene esta tinta,
desgraciada la pluma 
que escribe estos versos.

Porque ellos asesinaron 
lo que yo sentía,
sin compasión apuñalaron 
a un corazón que aún latía.

Están en otro cielo
acabaron con ellas, vida mía,
porque ellos mataron 
al que, tan siquiera muerto, vivía.

Encárgate tu papel maldito
de envolver toda entraña.
Tu desdichada pluma
incinera parte de esos días.

Que no haya rastro. 
No, que no lo haya.

Que se entierren y, tristes,
 se cubran con bellas flores;
porque cada lugar y momento
merecieron sus ciertos honores.

Y por si el alma en pena
de su memoria vuelve,
dile que te diste cuenta
que lo escrito con dolor

"Nunca muere, no muere."

Maldito papel,
desgraciada pluma.


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