domingo, 2 de marzo de 2014

Nada, pero nada.

Nada, pero nada.

Nada, pero nada...

Ni la sonrisa de la Luna
a medio mes de Enero,
ni la fría lluvia
de tarde jueves de Abril...

Nada, pero nada...

Ni el paciente nenúfar
de algún lago calmado,
ni la suave brisa
del viento al Sol salir...

Nada, pero nada...

Ni el narciso espejo
del mar y las estrellas,
ni, incluso, un café caliente
escribiendo este poema...

Nada, pero nada
será tan especial como tú
aunque lo intente.

Nada, pero nada.